Ser feliz con tu hijo especial!!!

La felicidad es un camino, es básicamente una decisión que debemos tomar todos los días. Así como decidimos quejarnos por todo, podemos tomar la decisión de agradecer absolutamente todo.

Conozco muchas madres que reconocen en sus hijos con condición, una de las mayores bendiciones de sus vidas, me cuentan como ese pequeño ser llegó para transformarlas en mejores personas, más sensibles y humanas. Pero también conozco a otras madres que lo ven desde el dolor y el sufrimiento.

Creo mucho en las misiones de vida, y también soy una firme convencida que somos capaces de cambiar nuestra realidad, cambiar nuestra actitud frente a la vida. El día que acepté que Juan Pablo, era un niño especial, que su condición probablemente le impediría hacer muchas cosas, pero que lo peor que podía hacer era resignarme y que mi mejor acción era buscar la mayor cantidad de oportunidades, para lograr que tuviese calidad de vida, las puertas de todo lo posible se abrieron frente a mí.

No te voy a decir, que todo ha sido fácil, pero como siempre he mantenido, la buena actitud y las ganas de conseguir ese mundo de posibilidades para ayudar a mi hijo, todo se ha ido dando. Las personas correctas han llegado a nuestras vidas, los momentos oportunos se presentan cada vez más y sobre todo mi hijo es un niño feliz.

Juan Pablo, no ha vuelto a ingresar a una clínica, le dan menos gripes que a Juan Luis, a pesar que comparten el mismo cuarto. Y cada día su conexión con el entorno y sus avances son más evidentes para nosotros.

Y a eso me refiero, cuando te digo que la felicidad es una decisión de todos los días, yo decidí hace unos años atrás que sería feliz con mi hijo y lo haría feliz. Eso no significa que no haya momentos difíciles, situaciones diferentes, pero no me quedo en ellas, lamentándome; me levanto y lo levanto y decidimos aquí vamos otra vez. Aprendemos de la situación y seguimos adelante.

Cuando nos dieron el diagnostico de Juan Pablo, a los 5 meses de nacido, pude haber tomado la decisión de llorar todos los días, porque mi hijo se iba a morir, de acuerdo a los médicos y además reclamarle a Dios, ¿por qué a mí?, pero en vez de tomar esa actitud, decidí buscar soluciones y las encontré.

Hoy quiero que tú, quien aún no ve la felicidad en tener un hijo especial o con alguna condición, dejes de llorar por un rato, de sentir lástima por ti y busques dentro de ti, ese poder creador que Dios te concedió y empieces a crear esa nueva vida llena de felicidad y amor para ti y tu hijo. Y te recuerdes cada día, que los médicos diagnostican pero los pronósticos solo pertenecen a Dios!!!

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